- La propuesta de los gremios colegas que continúan en la mesa de Concertación fue generosa, mientras que la de las Centrales Obreras, como siempre, carece de sustento técnico y económico. Un 16% es desorbitado y triplica la inflación del presente año.
- El salario técnico para 2026 debería ubicarse en 6,21%, según los indicadores de inflación y productividad, con este porcentaje se mantiene el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores.
- Como están las cosas seguramente el Gobierno terminará imponiendo su deseo populista y demagogo de incrementar en dos dígitos el salario mínimo.
FENALCO destacó la propuesta de los gremios empresariales durante la discusión del salario mínimo para 2026, que de acuerdo con Jaime Alberto Cabal, presidente del gremio es generosa y supera ampliamente el cálculo técnico sugerido para este año. De acuerdo con los indicadores de inflación y productividad, el ajuste debería situarse en 6,21%, según los indicadores de inflación y productividad, con este porcentaje se mantiene el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores. No obstante, los empresarios dieron un paso adicional y propusieron un incremento del 7,21%.
“En el contexto económico actual, ofrecer un incremento superior al cálculo técnico implica un esfuerzo considerable; cualquier porcentaje mayor se apartaría de la racionalidad económica y caería en salidas populistas que comprometerían el empleo y la formalización”, afirmó el vocero de los comerciantes.
En paralelo, las centrales obreras plantearon un incremento del 16 %, una cifra que se ubica en otra realidad frente a las condiciones económicas del país y que ignora las advertencias del Banco de la República sobre presiones inflacionarias y pérdida de competitividad. “Su propuesta, más de tres veces la inflación proyectada, se aleja del comportamiento del mercado laboral y de los criterios técnicos que históricamente han orientado estas negociaciones”.
El dirigente gremial afirmó que como están las cosas seguramente el Gobierno terminará imponiendo su deseo poppulista y demagogo de incrementar en dos dígitos el salario mínimo, lo que se traduce en aumento de la informalidad y menor capacidad de generación de empleo.