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El gremio señala falta de garantías para una concertación salarial real

  • No es un escenario ideal para  una concertación salarial efectiva, en medio de pronunciamientos   previos   del   Gobierno   sobre   el   salario   mínimo   y   de propuestas exageradas por parte de las centrales obreras
  • El  Gremio  reiteró  que  la  participación  en  la  concertación  es  un  derecho constitucional y no una formalidad, y recordó que también   la Constitución garantiza la autonomía gremial
  • FENALCO alertó que aumentos del salario mínimo por encima de la inflación y la productividad afectan el empleo formal, a las Mipymes y en general a todos los ciudadanos
  • El Gobierno recurre a un discurso atractivo y populista dirigido a tenderos y pequeños comerciantes, pero en la práctica los ha perjudicado con decisiones concretas, como la implementación del mal llamado impuesto saludable


El presidente de FENALCO, Jaime Alberto Cabal, respondió formalmente la carta enviada por el Ministro del Trabajo en relación con la decisión del gremio de no participar, en esta oportunidad, en las sesiones de la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Laborales y Salariales.


En su respuesta, el vocero de los comerciantes señaló que la participación de las organizaciones gremiales en los procesos de concertación constituye un derecho constitucional, cuyo ejercicio está condicionado a la existencia de garantías reales y verificables de interlocución efectiva, las cuales no dependen de la discrecionalidad del Gobierno, sino que se derivan de la Constitución Política.


El gremio recordó que la Constitución garantiza la autonomía de las organizaciones de empleadores y prohíbe cualquier forma de injerencia indebida del  Estado  en  su funcionamiento y  en  sus decisiones. En  desarrollo  de  estos principios, la Ley 278 de 1996 establece un modelo de concertación basado en un diálogo real, equilibrado y de buena fe, en el cual la participación de empleadores y trabajadores debe tener una capacidad efectiva de incidencia y no reducirse a una intervención meramente formal.


“Las condiciones mínimas de un diálogo social auténtico se ven comprometidas cuando altos funcionarios del Gobierno anuncian públicamente, antes del inicio formal de la concertación, incrementos del salario mínimo de dos dígitos, como ocurre   en   el   proceso   correspondiente   para   el   2026.   Estas   declaraciones anticipadas condicionan el escenario deliberativo, afectan la neutralidad del proceso y desnaturalizan la concertación tripartita”, agregó.


En la carta enviada al Ministro, Cabal fue enfático en señalar que no corresponde al Gobierno calificar, cuestionar o deslegitimar las decisiones de una asociación de empleadores,  ni  determinar  el  contenido de  las  posiciones gremiales. En una democracia constitucional existe plena libertad para expresar, con sustento técnico, las preocupaciones frente a decisiones que afectan a los sectores productivos, y existe el deber correlativo de los funcionarios públicos de responder con respeto institucional, argumentos técnicos y cifras verificables, y no mediante descalificaciones o juicios de valor.


El  dirigente  gremial,  aseguró  que  el  Gobierno  ahora  recurre  a  un  discurso atractivo  y  populista dirigido  a  tenderos y pequeños comerciantes, pero en la práctica los ha perjudicado con decisiones concretas, como la implementación del mal llamado impuesto saludable o iniciativas como la reforma tributaria y la reforma laboral, que incluyen disposiciones que afectaron de manera directa a las micro, pequeñas y medianas empresas, a los tenderos y a los emprendedores. “La coherencia de la política pública exige que la preocupación por estos sectores sea integral  y  consistente, y  no  se  limite  a  escenarios coyunturales o  de  carácter preelectoral”.


FENALCO reiteró que los incrementos del salario mínimo por encima de la inflación y la productividad generan impactos negativos sobre el empleo formal, en especial en los sectores intensivos en mano de obra y en las micro, pequeñas y medianas empresas que constituyen la base del comercio nacional. Estos aumentos presionan los costos laborales, estimulan mecanismos de indexación y terminan afectando el poder adquisitivo real de los trabajadores. escenario inflacionario


El gremio advirtió que anunciar aumentos nominales sin respaldo en la productividad ni en condiciones macroeconómicas consistentes puede resultar políticamente  atractivo,  pero  la  experiencia  económica  demuestra que  dichos incrementos son transitorios y rápidamente absorbidos por la inflación.


Finalmente, FENALCO reafirmó su compromiso indeclinable con la defensa del comercio formal y de los pequeños y medianos empresarios del país, así como con la preservación de un marco de concertación genuino, equilibrado y respetuoso de la autonomía gremial. “La Comisión Permanente de Concertación debe ser un espacio de deliberación real y no un escenario de validación formal de decisiones anunciadas previamente por el Gobierno”, concluyó Cabal Sanclemente.


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