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El aumento arancelario a vehículos y motocicletas es improvisado y afectará a los hogares colombianos


  • De llevarse a cabo esta medida afectará a la gran mayoría de colombianos que demanda vehículos y motos en el país
  • En lugar de emprender iniciativas improvisadas, el Gobierno debería garantizar estabilidad jurídica, reglas claras, estables y confi ables
  • Repetir un modelo que ha mostrado inefi cacia no ofrece ninguna garantía de éxito
  • Medidas de este tipo generan incertidumbre, desincentivan la llegada de capital extranjero y debilitan las decisiones de inversión nacional
  • un aumento al 40% del arancel impactará el costo de vehículos y motocicletas de combustión, que siguen siendo los más accesibles para la mayoría de colombianos
  • Una vez más, el Gobierno Nacional evidencia una postura adversa frente al empresariado


Como improvisada y equivocada califi có FENALCO la nueva propuesta del Gobierno, contenida en un proyecto de decreto que pretende aumentar los aranceles de importación del 35% al 40%, tope máximo autorizado por la Organización Mundial del Comercio (OMC), a vehículos y motocicletas de combustión interna.


La medida cobija un conjunto de subpartidas de la partida 87.03, correspondientes a vehículos de combustión interna, que son justamente los que utilizan la mayoría de los hogares colombianos y los que circulan en las principales vías del país. El proyecto también incluye motocicletas, un medio de transporte fundamental para millones de familias y trabajadores.


Según las consideraciones del proyecto, el objetivo del aumento arancelario es impulsar la sustitución de importaciones, con la expectativa de que inversionistas extranjeros o nacionales se establezcan en Colombia para producir, total o parcialmente, este tipo de vehículos y motocicletas.


De acuerdo con Jaime Alberto Cabal, presidente de FENALCO, esta medida es completamente absurda y desconoce la evidencia histórica de que Colombia ha intentado mecanismos de protección arancelaria desde la década de 1950 para estimular la producción local. Los resultados demuestran que estas políticas no lograron consolidar una industria de gran escala, ni atraer la inversión necesaria para hacerla competitiva a nivel internacional. Repetir un modelo que ha mostrado inefi cacia no ofrece ninguna garantía de éxito.


“En lugar de emprender iniciativas improvisadas, si Colombia realmente quiere atraer inversión masiva, no solo en el sector automotor sino en cualquier ámbito estratégico, el Gobierno debería garantizar estabilidad jurídica, reglas claras, estables y confiables.


Medidas de este tipo generan incertidumbre, desincentivan la llegada de capital extranjero y debilitan las decisiones de inversión nacional. La inversión extranjera directa ha venido cayendo justamente por la falta de previsibilidad y la constante modifi cación de normas y cargas”, afi rmó el vocero de los comerciantes.


Asimismo, agregó que un aumento al 40% del arancel impactará el costo de vehículos y motocicletas de combustión, que siguen siendo los más accesibles para la mayoría de colombianos. “Esto podría traducirse en precios más altos y menor dinamismo en un sector que hasta ahora se está recuperando.”


“Una vez más, el Gobierno Nacional evidencia una postura adversa frente al empresariado y frente a un sector que aporta signifi cativamente al empleo, la inversión y el crecimiento del país”, concluyó Cabal Sanclemente.

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