- El llamado a consultas del encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Colombia refleja el peor manejo de las relaciones exteriores del país en toda su historia
- Lo que alguna vez fue una política exterior reconocida por su seriedad y profesionalismo es hoy señalada como una "cancillería sin brújula"
- También se ha evidenciado una política exterior guiada más por cálculos políticos que por criterios estratégicos
- Estos episodios han transmitido una imagen de improvisación, desconcierto y falta de liderazgo, debilitando la gestión de las relaciones bilaterales, afectando la imagen de Colombia ante el mundo
Con una creciente preocupación por el rumbo de la política exterior colombiana, Estados Unidos, el principal aliado estratégico y socio comercial de Colombia, ha llamado a consultas a su embajador, John T. McNamara, en una señal clara del deterioro en las relaciones bilaterales, que atraviesan su peor momento en décadas. “Ni siquiera cuando el gobierno Clinton le retiró la visa al presidente Samper se vivió una tensión diplomática de esta magnitud”, advirtió Jaime Alberto Cabal, presidente de FENALCO.
La política exterior colombiana atraviesa una crisis de desinstitucionalización y deshonra sin precedentes. Desde el inicio del actual Gobierno, la improvisación, el desconocimiento del protocolo, la complacencia con la dictadura venezolana y los escándalos protagonizados por embajadores y cónsules han expuesto al país a tensiones innecesarias con aliados históricos.